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Bienvenid@s a este blog educativo que comparte los materiales para facilitar la gestión de Objetos Digitales de Aprendizaje mediante procesos tecnopedagógicos orientados a la Educación Media Superior y Superior

Sus opiniones son importantes para la mejora de recursos, actividades, estrategias y propuestas formativas para la mejora de la práctica docente.


jueves, 3 de marzo de 2016

PROCESOS TECNOPEDAGÓGICOS




La definición de los procesos tecnopedagógicos, implica una convergencia disciplinar diversa, en aras de lograr una integralidad inter y en el mejor de los casos transdisciplinaria. 


Para comprender mejor la dimensión de procesos  y su sentido tecnopedagógico se presentan  una perspectiva  genérica, educativa, informática y biológica de lo que es un proceso. 

 El diccionario de la RAE define al proceso como  "un conjunto de fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial ", también destaca dentro de algunas de las definiciones  la "acción de ir hacia adelante" y  el "transcurso del tiempo". En esta concepción del proceso  pueden retomarse las acciones, fases y la sucesión en el tiempo como elementos referenciales para integrar la definición. 

Cuando se habla de un proceso educativo, la perspectiva de diferentes autores es inminente, en este sentido se considera las siguientes:

  • Es intencional pero a la vez involuntario 
  • Implica una transformación sistémica dentro de un ambiente complejo 
  • El punto de partida y lllegada es el aprendizaje
  • Es multidimensional


Puede decirse que todos los elementos anteriores pueden estar presentes en una definición de procesos tecnopedagógicos. 

En la informática  un proceso es "un programa en ejecución, una unidad de actividad que se caracteriza  por la ejecución de una secuencia de instrucciones, un estado actual y un conjunto de recursos del sistema asociados" (Wikipedia, 2016)

Al incluir a la tecnología, la ejecución la secuencia, los recursos y la asociación pueden involucrarse como parte de la definición,   en cuanto a la instrucción, se incorpora en un sentido formativo más no impositivo, o que implicaría dejar un amplio margen de acción a quien la ejecuta  y no restringirlo a una "ejecución sistemática y programada".  Cabe mencionar que esta definición se centra en lo que una máquina "hace", y obvia la intervención humana, y por ende aquello que la caracteriza  como la creatividad, el pensamiento, la emoción y el aprendizaje. 


Por lo que respecta a la biología  el proceso es "un conjunto de actuaciones vitales y de la propia existencia" . Si bien la definición es sucinta deja un espacio de amplitud a para agregar la integralidad, transformación, la continuidad y dinamización, como elementos que pueden integrarse a la definición de la que se escribe.  

Para integrar una definición propia de procesos tecnopedagógicos con los referentes anteriores, no solo basta con incorporar las palabras "clave" derivadas de su relación con lo que podría ser un acercamiento práctico al concepto, resultado de la propia experiencia que se tiene al emplearlos, más bien se requiere ampliar la perspectiva en relación a que los procesos tecnopedagógicos con una integralidad que va más allá del diseño de un objeto digital o un espacio virtual. 
De manera propositiva se incluye una definición propia que pretende dar una claridad operativa a lo que podría reconocerse como procesos tecnopedagógicos:
Son movimientos integrales, sistémicos, complejos, colaborativos, autogestivos  que combinan diversas disciplinas y expresiones   para facilitar una intención pedagógica a través de acciones de transferencia en la que se incluyen  recursos y materiales infotecnológicos en diversos escenarios y ambientes de aprendizaje.    Los procesos tecnopedagógicos se sustentan en crear una cultura académica digital con  la mejora  e inclusión de nuevas formas en la interacción  e interactividad,  
Los procesos tecnopedagógicos van más allá de un modelo y de un diseño, si bien requieren de una planeación, intervención didáctica y evaluación, implican para  participación individual y colaborativa de quien los concibe, implementa y mejora, así como de una creatividad, espontaneidad y heurística para la creación de tecnologías útiles y prácticas en la transferencia y movilidad de aprendizajes con miras al desarrollo de la metacognición y metaaprendizaje. 
 Dentro de los procesos tecnopedagógicos, la  complejidad, la incertidumbre  y por ende la flexibilidad y la adaptabilidad  son aspectos de la  dinámica del contexto bajo los que se sustentan el diseño, la implementación y la evaluación de situaciones didácticas argumentadas en teorías pedagógicas concatenadas con una diversidad de escenarios de aprendizaje.
Una visión holista  e interdisciplinaria fortalece a los procesos tecnopedagógicos como un campo multidimensional de múltiples perspectivas y enfoques  que incorporan el arte, la ciencia, la ingeniería a la par que la psicología, la pedagogía y la tecnología para converger en una variedad de posibilidades y potencialidades en ambientes, escenarios, materiales y recursos para los procesos formativos.






  zUn elemento ilustrativo de un proceso tecnopedagógico puede ser la rueda de la pedagogía de Alan Garrington en su versión 4.0 que es la que se presenta a continuación:





Para una mejor lectura de la rueda se recomienda revisar la siguiente fuente en español: http://www.designingoutcomes.net/Padagogy_Wheel_Translations//Padagogy_Wheel_V4_SPANISHv1.pdf


 Al leer la rueda del centro hacia afuera se observa que las intenciones pedagógicas toman la forma de capacidades y atributos del graduado, dentro de un marco intrínseco en el que se consideran la motivación y la autonomía, mismos que combinan dentro del profesionalismo y el propósito como marco extrínseco para realizar las acciones que involucran niveles cognitivos ( Ver Taxonomía de Bloom), mismas que se concretan en actividades en una diversidad de entornos y herramientas digitales. 

Mención especial merecen los colores como elementos de expresión e invitación a la creatividad (color morado), la ética (verde), la innovación, accesibilidad (naranja) , la profesionalidad e integridad (azul), positividad, estimulación y alegría (amarillo). Como puede observarse se combinan emociones, acciones intrínsecas y extrínsecas para el aprendizaje digital. 

Finalmente el modelo SAMR (Sustitución, Aumento, Modificación y Redefinición)  que implica que quien aprende (sea docente o estudiante), realiza un proceso multirol en que se asume como prosumer, es decir como no solamente como un consumidor de contenidos sino como un creador de contenidos digitales para orientar, modificar, reorientar o incluir tendencias formativas en una diversidad de modalidades y ambientes. 

En las siguientes entradas de este blog  se revisarán ejercicios de aplicación centrados a la práctica docente con procesos tecnopedagógicos, que son parte de este Entorno Personal de Aprendizaje. 





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